Piedad Álvarez Rubio fue un icono en tiempos de la República, ya quese ganaba la vida ante el volante de un coche.
Piedad aprendió a conducir cuando tenía algo más de veinte años y en
1932 sacó la licencia. Su madre tenía un garaje. Viendo a los chóferes y
a su hermano ir y venir con sus coches se animó. «Yo estudié para
maestra, aquí en León, pero tenía que ayudar a mi madre y empecé a
trabajar», comentaba Piedad en una entrevista sobre sus
inicios.«La Peñina», como se la conoció, trabajó en el taxi 40 años, hasta
1974.
Fuente: diariodeleon.es
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